viernes, 4 de mayo de 2018

Campesinos recuperan tierras en Curanilahue


El mes pasado, el Periódico El Pueblo visitó la recuperación de tierras de Curanilahue, levantada por familias de campesinos, dando a conocer la lucha que se lleva adelante.

Fue el 20 de enero cuando Curanilahue fue testigo de un nuevo comienzo en la lucha por la tierra, protagonizada por los campesinos del Sindicato de Trabajadores Independientes Nueva Esperanza, quienes llevan décadas de lucha en contra de los constantes golpes del viejo Estado y del monopolio forestal.

La historia de esta lucha se remonta hasta mediados del siglo XX, cuando antiguos inquilinos llegaron al Fundo Mundo Nuevo durante los 30’ y arrendaron parcelas. En 1969, se organizaron en la Cooperativa Campesina Mundo Nuevo y compraron los derechos litigiosos, convirtiéndose al fin, en los legítimos dueños de las tierras en las que ya vivían hace 30 años.

Pero el año 1975, bajo la Junta Militar Fascista, llegó la Forestal Arauco a expulsarlos acusándolos de estar ocupando tierras de su propiedad. Lo que hizo Arauco fue utilizar un Decreto Ley, con trucos y corrupción, para lograr adquirir 3000 hectáreas de la propiedad, legalizando la usurpación que en los hechos ya le estaban haciendo a los campesinos.

Desde entonces, los campesinos han realizado ingresos al fundo en los cuales han sido desalojados violentamente, con represión y destrucción de las viviendas que han intentado construir.

Donde hay opresión hay rebelión. Estos hechos indignantes han aumentado sus ansias de lucha y la convicción de la recuperación. No ha sido fácil, pues los acusan de hurto de madera, toman detenidos y les entregan la madera a la forestal a pesar de mostrar los papeles que avalan su propiedad.

Así, el 2015 hicieron ingreso al fundo que reclaman, construyendo casas, cuando un grupo de matones pagados por la forestal les fue a destruir lo construido, expulsándolos del fundo. Ahora, con desición plena, los campesinos han hecho un nuevo ingreso al fundo, manteniéndose ya por casi 3 meses.

La lucha de este Sindicato muestra lo más importante: el alza en la lucha del pueblo por recuperar las tierras que le pertenecen, siendo un significativo ejemplo del avance de la lucha por la tierra ya no solo entre los mapuche, sino hoy también entre los campesinos pobres chilenos.

Por eso el viejo Estado tiembla ante la chispa que puede incendiar la pradera, hoy cuando se demuestra que todos sus esfuerzos por evitar que la lucha mapuche por la tierra desborde hacia el campesinado pobre chileno han sido en vano.

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