viernes, 13 de abril de 2018

¿Qué estaba en juego con el fallo del TC?

A fines de marzo un fallo del Tribunal Constitucional (TC) declaró inconstitucional, dejando sin efecto, el artículo 63 de la Ley de Reforma a la Educación Superior que buscaba prohibir la inclusión de personas o corporaciones con fines de lucro entre los sostenedores de universidades privadas.

Críticas emanaron desde la “oposición” al gobierno. Por una parte, la Nueva Mayoría (NM) criticó este fallo llamando a reformar el organismo para cambiar una supuesta “funcionalidad del TC a los intereses de la derecha”.

Pero lo curioso es que quien realizó el requerimiento de inconstitucionalidad no era nadie de la UDI ni de RN, sino que fue Pilar Armanet, miembro del PPD (NM) y dirigenta del Consorcio de Universidades Privadas.

Por otra parte, fuerzas como el Frente Amplio (FA) y el falso PC han querido presentarse como los más radicales, llamando a oponerse al fallo y a movilizarse, lo que es sintomátic de su actuar hoy ante un gobierno de derecha, con el único objetivo de para ganar puestos en el viejo Estado a costa de cabalgar sobre las justas luchas de las masas, tal cual actuaron el 2011 los oportunistas Camila Vallejo (PC) y Giorgio Jackson (FA), para luego traicionar al movimiento estudiantil desde sus puestos millonarios en el parlamento.

Ahora, si analizamos en concreto la cuestión del TC llegaremos a una conclusión: nada estaba en juego para los estudiantes allí. La Ley de Reforma a la Educación Superior, pactada entre la Nueva Mayoría y la derecha el 2015 durante el gobierno de Bachelet, no hace más que profundizar el capitalismo burocrático en la educación. Así, mantiene la educación de pago, la tendencia a la privatización, el desfinanciamiento de la educación pública y tantas cosas más que los estudiantes hemos combatido.

Con esta cuestión los oportunistas del FA-NM buscan validar las falsas reformas del gobierno de Bachelet. Prueba de ello es que ni una palabra dijeron al respecto los dirigentes de la FECH ni del Colegio de Profesores (FA), sino más bien se dedicaron a denunciar solo el fallo del TC como un “retroceso” (¿respecto a qué?).

Así y todo, la noticia desencadenó una inmediata indignación seguida de diversas protestas populares, y cómo no, si parece hacer retroceder conquistas de una de las demandas más sentidas del movimiento estudiantil: fin al lucro en educación, que desde el 2011 hemos levantado.

Para los estudiantes clasistas lo que corresponde entonces es rechazar los planes privatizadores del MINEDUC, pero no para defender las falsas reformas, sino para luchar por la conquista de la educación pública, gratuita y al servicio del pueblo.

Represión en protesta afuera del MINEDUC luego del fallo del TC

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